Un plato de ensalada siempre es bienvenido, ¿no? ¡Después de todo, las verduras están llenas de vitaminas esenciales para nuestro organismo! Pero, ¿esto se aplica a tus mascotas? ¿Sabes si tu gato puede comer rúcula?
A la mayoría de los felinos no les interesan las verduras. Sin embargo, a algunos mininos les gusta probar diferentes alimentos. Sigue leyendo para saber si los gatos pueden comer rúcula.
¿Puedes darle rúcula a un gato?
¡Imaginar a un minino comiendo un plato de ensalada puede parecer un poco extraño! Después de todo, nuestros bigotes prefieren la carne y el pescado, ¿no es así? Sin embargo, algunos peludos están interesados en las verduras. Esto puede hacer que los tutores se pregunten: «¿Pueden los gatos comer rúcula?».
Para responder a esta pregunta, hablamos con la Dra. Luiza da Silva, veterinaria de Petz. El especialista explica que, de hecho, todo dependerá del cuerpo del minino y de la cantidad ingerida. Por un lado, la rúcula no se considera un alimento tóxico, por lo que una pequeña porción puede no representar un gran problema.
Sin embargo, gracias a la acidez, algunos mininos pueden presentar molestias estomacales, especialmente los ancianos o de estómago frágil. Por este motivo, los veterinarios no recomiendan que se le dé este alimento. Entonces, si te estás preguntando si un gato puede comer rúcula, ten cuidado pues este alimento no es recomendable.
¿Por qué a algunos gatos les gustan las verduras?
Ya sabemos que los gatos son exclusivamente carnívoros. Sin embargo, ¿por qué a algunos gatos les gustan las verduras? Puede darle verduras para gatos? La Dra. Luiza explica que esta necesidad está relacionada con un nutriente importante en la dieta de cualquier minino: la fibra.
“Se encuentra en vegetales y plantas. Ayuda en el proceso de digestión y tránsito intestinal ”, dice el especialista. “También ayuda a ‘llevar’ las bolas de pelo al intestino, y eso hace que salgan por las heces, no por los vómitos”, añade.
Entonces, cuando un felino está interesado en ensaladas, a menudo es un signo de falta de fibra en la dieta. En este caso, se recomienda cambiar el pienso utilizado, preferiblemente con la ayuda de un veterinario.