¿Puede mi perro comer comida para gatos?

Hay muchas razones por las que alguien puede preguntarse si puede tu perro comer comida para gatos. Por ejemplo, tal vez vivas con un perro y un gatito en casa y el pienso comercial de uno se haya agotado antes que el otro.

Otra posibilidad es que haya encontrado la comida para gatos a un precio algo más barato. Pero entonces, ¿es que el perro puede comer el pienso de los gatos? Descúbrelo.

¿Puede el perro comer comida de gatos?

Antes de responder a esta pregunta, es importante recordar que, a pesar de las muchas similitudes, perros y gatos tienen diferencias que van más allá del comportamiento y la apariencia.

En cuanto a los hábitos alimenticios, por ejemplo, aunque ambos son animales omnívoros, los felinos son más carnívoros que los perros. Evidentemente, estas diferencias también se reflejan en las fórmulas utilizadas en su alimentación.

«La comida para gatos es más calórica, con mayor cantidad de proteínas y grasas», explica la doctora Mariana Porsani, veterinaria especializada en nutrología animal de la red Seres de Brasil.

«Las necesidades nutricionales de las dos especies son diferentes: los gatos necesitan taurina, por lo que su dieta está enriquecida con este nutriente; en cuanto a los perros, no es necesario», añade el nutrólogo.

Dicho esto, la Dra. Mariana afirma que dar comida de gato a los perros no es necesariamente malo en el sentido de causar intoxicación u otros problemas a corto plazo. «Pero, como las cantidades de proteínas y grasas son mayores, pueden ganar peso», advierte.

Así que si tu amigo de cuatro patas se ha comido el pienso de tu gatito, no desesperes. Pero debes poner un alto y tener cuidado de que esto no se convierta en un hábito.

Y lo contrario: ¿es malo dar comida de perro a un gato?

Según explica el experto, una de las principales diferencias entre los alimentos para gatos y para perros es que aquellos piensos producidos para gatos contienen más grasas y proteínas, y están enriquecidos con taurina.

Por lo tanto, si, por un lado, los alimentos de gatos puede provocar desequilibrios por exceso de nutrientes en nuestros perros, dar alimentos para cachorros, perros adultos o senior en gatos puede provocar carencias importantes que minarán la salud de la mascota.

La taurina es un aminoácido esencial, es decir, que no es sintetizado por el organismo de los gatitos; por lo tanto, es fundamental para la especie. Este aminoácido participa en importantes funciones que están relacionadas con los sistemas cardíaco, respiratorio y digestivo, así como con la visión.

La falta de taurina en la dieta de los gatos puede provocar problemas como la ceguera por degeneración en las retinas y enfermedades cardiorrespiratorias. La deficiencia de este aminoácido también se asocia a un retraso en el crecimiento de los gatitos y a la dificultad para reproducirse en los adultos.

Signos de deficiencia de taurina

  • Crecimiento más lento de lo normal
  • dificultad para respirar;
  • el gato choca con los objetos debido a una visión deficiente
  • problemas de audición.

En la naturaleza, los gatos obtienen la taurina principalmente a partir de la ingesta de la carne roja y la carne blanca de ave. En casa, la comida de calidad para gatos está enriquecida con el aminoácido

Por lo tanto, siguiendo las recomendaciones del veterinario y del fabricante en relación con las cantidades, en general no es necesaria la suplementación.

Cuanto más específico sea el pienso, mejor será para la mascota.

En el día a día es importante prestar atención a la información que figura en el envase, tratando de adaptar el pienso elegido a la edad, el tamaño y, cuando sea posible, incluso a la raza del perro, si es que la hay. Por regla general, cuanto más específica sea la elección del pienso, más beneficios aportará a su amigo de cuatro patas.

Además de los nutrientes necesarios para los animales según la raza y el tamaño, los piensos formulados específicamente para determinadas razas tienen nutrientes nutracéuticos que garantizan beneficios adicionales para la mascota.

En el caso de los piensos medicados, como los destinados a pacientes con cardiopatías, enfermedades del tracto urinario, etc., sólo deben ofrecerse con prescripción veterinaria tras una evaluación del paciente.

De hecho, antes de cualquier cambio en la alimentación del perro, siempre es relevante llevarlo a una revisión para investigar cualquier cambio que requiera cuidados especiales. Recordando que los cambios deben hacerse siempre de forma gradual para evitar problemas gastrointestinales como la gastroenteritis.

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